martes, 19 de enero de 2010

MIS MEMORIAS



HOSPITAL CANTONAL DE LAUSANA / CHUV

El 21 de Enero de 1973 me puse a trabajar en la cocina de la maternidad, la mayoría del personal estaba compuesto por emigrantes Españoles, Italianos y portugueses, de los 20 que trabajábamos en la cocina, solo estaban 5 Suizos, dos cocineros que eran los jefes, una cocinera, y la responsable del economato y un viejo que repostaba los alimentos a la cocina, los demás nos repartíamos entre cocineros y ayudantes. Mi primer trabajo fue en un espacio dedicado al fregado de todos los cacharros de cocina, allí pasabas las cuatro horas de la mañana y las cuatro de la tarde.
A los 20 días de estar en la cocina, con mis cacharros, me pasaron a ayudar al cocinero que estaba en el apartado de la cafetera industrial, allí hacíamos el café para todas las pacientes de la maternidad, hervíamos la leche, hacíamos el té donde la metíamos en bidones con su número de habitación en la tapa, donde ponía cuantos pacientes eran en esa habitación, y según número de pacientes le echábamos litros de café en uno, y en el otro la leche.
En este rincón éramos tres, dos fijos y un reemplazante, yo empecé como reemplazante, cuando estaban los dos, mi trabajo era limpiar lo que nunca se limpia, detrás de las puertas encima de los armarios por debajo de las mesas, en las esquinas, osea en todos los rincones que como decía el jefe primero de la cocina, ¿ Luis, tu eres el que mejor limpias los rincones? Quisiera saber a que rincones y rendijas el se refería.

En este nuevo trabajo fui encontrando buenos amigos y amigas de todas nacionalidades desde Yugoslavia a Bolivia pasando por Nicaragua, hasta Costa de Marfil. Los compañeros de algunos países, estaban a la fuerza en Suiza ya que se encontraban como refugiados políticos muchos de los países de América Latina, incluyendo España en nuestro continente junto a los compañeros del Corsovo de Yugoslavia, mejor dicho Albaneses, ya que pedían su ingreso en este país por su cultura y lengua en común, o mismo formar una república independiente del Corsovo. En España las cosas también no marchaban muy bien, los refugiados políticos Vascos y otras partes de España se contaban por centenas, y mismo en la cocina donde yo trabajaba, teníamos a dos trabajadores Vascos perseguidos por pertenecer a grupos de apoyo a ETA, y en la clínica de la maternidad en la que pertenecía la cocina, uno del MCE Madrileño, siete u ocho del PSOE, alguno del PCE, estos la mayoría Andaluces, Gallegos pocos, y tres Zamoranos enfermeros médicos de profesión, que pertenecían a la LCR.

Algunas veces venían de visita algunos con traje y con corbata, preguntando por algunos, diciendo que eran familiares, y preguntaban por fulanito y menganito, nosotros no conocíamos a nadie, y menos aquellos que más tarde supimos que eran de la policía secreta del régimen de Franco, disfrazados de corderitos buscando a sus “familiares”. El jefe principal de la cocina, era un Suizo antifranquista, del partido socialista Vaduas, osea PSV. El padre de este señor a luchado en España defendiendo la Republica Española, y después le asesinaron en Francia en la segunda guerra mundial en un campo de concentración fascista. Un gran caballero este señor, que recogía a todo aquel que quería comer y no podía, que quería trabajo y lo rechazaban.
En España el proceso de Burgos y otros atropellos a la clase trabajadora, estaba dando pie a que en toda Europa se pusiera en lucha contra estés procesos sumarísmos. En Ginebra, Lausana, Berna, y otros cantones, las manifestaciones llenaban las calles de estas villas reclamando justicia y libertad para estes compañeros que día tras día dejaban su vida en manos del fascismo. La conciencia de libertad y lucha, estaba comenzando en nuestras mentes a hervir, empujados por el odio hacia esos asesinos del pueblo humilde y trabajador, por la lucha con las clases de los desposeídos en el mundo. Los compañeros de la LCR, hablaron con algunos de nosotros por si queríamos hacer algo contra este atropello a la democracia en el mundo y principalmente en España, yo no entendía de política, solo aquello que me contaban, para mi solo existía la maleta y el tren, y asistir a algunas manifestaciones de la FOBB, sindicato de la construcción, y con el sindicato de servicios hospitalarios.

Un día a la mañana, dos señores entraron en la cocina, acompañados de unos policías Suizos, recorrieron toda la cocina con unas fotos, preguntando si conocíamos a algunos, aquellos no estaban con nosotros, pero si trabajaban en el hospital, el jefe dijo que no conocía a ninguno.
A sido ahí donde entra mi gusanillo de la política, me preguntaba, por que estes señores, por decir algo, nos estaban molestando casi todos los días con palabras de sedientos de sangre, todos los días con las mismas palabras, de si no hablábamos, seríamos pasados a la frontera, y nuestro sueño Suizo se terminaría, empecé a coger miedo, a no salir de noche solo.

Corme 19 de Enero 2010 /Luis Suarez/

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