domingo, 30 de agosto de 2009

MEMORIAS ( 6 )


SEGUNDO NAUFRAGIO

El 10 de Noviembre de 1965, e vuelto a embarcar por tercera vez en el moto nave Lacar en Corcubion. El día 11 salimos de este pequeño puerto cargado de madera al mando de un viejo capitán, ya que el señor Saleta quedaba unos días de vacaciones en su tierra. Pusimos proa al Atlántico mareando al encuentro del Mediterráneo, para buscar el puerto donde dejar nuestra mercancía. La mar estaba brava, empujada por un viento del Norte que cada momento golpeaba mas contra la amura de Estribor del viejo Lacar, nuestra singladura la hacíamos a poca maquina para proteger el costado de los golpes de las olas que cada vez venían con más fuerza, la velocidad serian de unas cuatro millas, la rueda del timón en los balanceos, tiraba todo cuanto se le pusiera por delante. La poca fuerza la tenía un marinero de toda la vida en la mar, que tras luchar con las cabillas de la rueda, por momentos lograba poner el barco en su rumbo. Francisco Suárez conocedor de esta travesía por los muchos viajes hechos en el Lacar, ya se hacía conocedor de los pros y contras del viejo navío, Suárez tiene ya su recuerdo en el naufragio del Chacartegui 3º.

Un padre y un compañero de este, mucho aprendí con sus consejos. Continuábamos el viaje dentro de un mar cada vez mas encrestado, cada momento golpeaba con mas fuerza, rompía por todas partes, aquello era un bravío desierto, solo un pequeño costero se atrevía a enfrentarse a estas olas feroces. Alas cuatro de la mañana, un golpe de mar llevo la madera que teníamos en la cubierta, dejando al viejo Lacar escorado, nosotros entre golpes de mar pusimos la carga en su sitio bien estivada tirando una parte de ella a la mar. A la altura de Vigo, el capitán y el maquinista llevaban una discusión entre ellos, el maquinista le decía de entrar en Vigo, donde estaríamos de arribada unas horas, el capitán se opuso a tal decisión, el Lacar en vez de avanzar en su travesía, el viento y la marejada le soplaba por Estribor y el viejo navío no avanzaba ni una milla, cuando hundía la proa en el mar, el barco crujía por todas las partes, no se como puede aguantar tanto un barco, y a demás tan viejo como lo estaba el Lacar.
A la altura de Oporto, el capitán al ver que todo era inútil continuar con el viaje, o destruirnos nosotros mismos, o teníamos que hacer algo. El capitán decía que teníamos que llegar a Lisboa y entraríamos de arribada, por medio de la telefonía escuchábamos que el puerto de Lisboa estaba cerrado al tráfico marítimo tanto la entrada como la salida, el mal tiempo seguía igual o peor, nuestra salida a aquel infierno sería dar vuelta y poner rumbo a Oporto.
El capitán al ver que todo era inútil decidió dar vuelta y poner rumbo adverso al que llevábamos, nuestro destino sería Oporto, ya ahora el viento empujaba al viejo carguero por su popa. El puerto de Oporto también estaba cerrado, fuimos a ponernos al abrigo de las islas Berlingas. Estas pequeñas islas, están enfrente al puerto pesquero de Peniche, tan malo estaba el tiempo que no podíamos echar las anclas, poníamos el motor a poca marcha. El tiempo mejoro un poco y el capitán dio orden de continuar con el viaje y entraríamos ahora en Oporto o Lisboa, a las pocas millas de nuestra singladura, volvíamos a dar vuelta, y hemos vuelto a las Berlingas, de esta vez fuimos capaces de fondear. A los pocos minutos de estar fondeados, hemos quedado sin una ancla, y el viento rompía todo. Pedimos permiso para entrar en el pequeño puerto de Peniche, donde las autoridades portuarias han denegado la entrada, donde decían que si entrábamos romperíamos todo ya que las embarcaciones estaban la mayoría fondeadas en el puerto, y más que el calado del puerto, no permitía entrada de barcos como el Lacar. Cuando ya todo estaba llegando a su fin, el capitán decidió llamar por telefonía para que un pesquero fuese a buscarle y llevarle a tierra para negociar con las autoridades, seria llevado por el práctico del puerto, a su vuelta traía el permiso de fondear en la bocana del puerto, en sector donde la mar entraba feroz rompiendo contra el espigón de abrigo del puerto, en menos de una hora una cadena de ancla rompió por la mitad, después de arreglarla y poner una ancla del puerto, volvió a romper todo estaba perdido, los marineros pescadores de este puerto todos a una para darnos todo lo necesario para salvar el viejo Lacar, o el navío como ellos decían, todo fue inútil una amarra de un pequeño pesquero fue a parar a nuestra hélice dejando al viejo Lobo del mar sin control, tanto de la maquina como del timón para esquivar las pequeñas embarcaciones allí fondeadas en el puerto.
Unos decían de llevar el barco a una playa que está dentro del puerto, donde es una playa tranquila y no sufrir iría el casco del barco, donde mismos los marineros de este puerto tienen a las veces varar sus barcos en ella para salvarlos de los golpes de mar que entra en el puerto, y mismo para reparar sus embarcaciones.
El capitán nervioso a sus 60 años, ponía también un viejo navío de corroído metal a su último flete. El moto nave Lacar empujado por las fuertes olas y enfurecido temporal, este que está escribiendo ponía fin a un segundo mercante, uno en el Cantábrico en los Merendales, este en la boca del Atlántico, las olas pasaban sobre la cubierta del Lacar como si fuera este un pequeño obstáculo en la playa que fue lanzado contra ella como si de un juguete se tratase, todos los marineros de abordo nos atrincheramos en la proa donde teníamos los camarotes para que los golpes de mar pasasen por encima y estuviéramos resguardados mientras no rompieran las planchas de la amura de estribor, y así estuvimos durante unas horas, cuando la bajamar dejó el barco en seco pudimos salir por medio de unos cabos, que mismo los vecinos de Peniche pusieron para que nosotros pudiéramos salir para tierra, después de tres días de trabajo interrumpido, sin comer, sin dormir, ya no conocíamos el menor peligro solo queríamos estar a salvo. Cuando la bajamar estaba completa ya podíamos pasar abordo sin problemas para nuestra seguridad. Los marineros y no marineros de Peniche, se juntaron todos en el arenal, unos para ayudarnos y otros para curiosidad, y algunos para ofrecernos amistad y cariño a estos desafortunados marinos que habían perdido su pan, como algunos decían entre mormullos. Se formaron casetas con la madera en la playa para los guardias, donde en algunas veces servían como refugio a algunos enamorados nocturnos que buscaban algún refugio protector de su amor caluroso.
A los pocos días los más jóvenes ya teníamos nuestras amistades en este hermoso puerto, y los solteros también tuvimos nuestro tiempo para coger a buenas amigas, donde salíamos a los bailes y cines del pueblo. Mis recuerdos aun están en aquella joven morena de 18 años Maria Felismina Viejas Ferreiro, donde le pido disculpas a toda su familia y también a ella por mi decisión de meter su nombre y apellidos en mis memorias, donde pienso que de la parte de ella tengo autorización.
En Peniche hemos estado unas dos semanas intentando sacar el viejo Lacar, donde estaba muy enterrado en la arena, un remolcador no tenía fuerza bastante para ponerlo a flote. Decidieron traer otro y entre los dos sacarlo, si le pusieron a flote pero también le pusieron un poco redondo entre la proa y popa donde parecía un arco. Medio Peniche estaba en pie despidiendo a aquellos marineros, que su estancia en un pueblo supieron coger la libertad que los acogedores impusieron, y así la cumplimos, y así nos dieron un hasta luego, Peniche jamás cerrará las puertas.
Pusimos proa rumbo a Lisboa, remolcados por un remolcador, buen tiempo. Llegados a Lisboa, fuimos al carro de montajes náuticos.
A las pocas horas de entrar en los astilleros, corrió una voz donde decían que lo único para lo que valía el barco seria para la chatarra, ya que arreglarlo costaría la mitad de un casco nuevo. El armador, señor Calviño da Coruña, se puso en contacto con los astilleros para que fuera el Lacar y los marineros atracar a un muelle en el puerto de Lisboa, Poço do vispo a sido nuestro destino. Allí estaríamos unos quince días, donde algunos de los marineros cogeríamos buenas amistades con algunas personas de esta maravillosa ciudad, donde se ofrecían para llevarnos a sus casas para pasar unas horas, y olvidar todo cuanto estaba a pasar. Unos decían que el Lacar sería arreglado reparando sus planchas retorcidas de otro barco que se estaba desguazando, otros que sería comprado por un armador Portugués para hacer una draga. Todo fue un cuento de hadas. Una mañana, llego un representante de la compañía armadora con la orden de desembarcar todos los marineros, ya que el Lacar quedaba inutilizado para la navegación.
Así, les decíamos adiós a nuestro querido y viejo Lacar. A la mañana siguiente una pequeña furgoneta cogía camino cara Galicia, su meta sería Corme.

Luís Suárez ( Corme 30 de Agosto 2009 )

viernes, 28 de agosto de 2009

O LAGARTO

O LAGARTO

Xa van aló uns anos, sobre cincuenta mais ou menos. Os rapaces de aqueles anos no xogaban con coches feitos a escala dos modelos, falando de modelos poucos se podían ter, tampouco tiñamos monecas, e as que tiñamos ou lle faltaba un brazo ou a cabeza, non tiñamos balóns para xogar o fútbol, pero si xogabamos coma Gento, Puscas, Diestefano e outros a diferenza que tiñamos era que nos xogabamos con unha pelota de trapo e coma campo de fútbol tiñamos as leiras onde estabamos enredando os que estaban traballando.

Un día pola tarde chea de sol, eu e mais a miña irmán estabamos xogando en Fontenla fozando na terra, cando sae un lagarto e o pobre non sabia onde meterse, é nós xa tíñamos festa, para qui, para aló, nunha de esta o lagarto da a media volta mirándonos con aqueles ollos que lle saian da cabeza e ca lingua fora, deixámolo quedar e seguimos cos nosos xogos corre que corre tropezamos outra ves co esquecido lagarto, eu tíñalle medo, pero para saber si miña irmán llo tiña, díxenlle que o collera polo rabo, e colleuno, o lagarto da a media volta e colleulle un dedo cos dentes, aínda a estou escoitándoa chorar e sacudindo a man para liberarse do animal, pobre de min o que eu fixera, collín monte arriba, nin os lóstregos me collían, e meu pai tampouco.

Cando xa era hora de marchar para casa eu non aparecía co medo a unha tunda, foi a miña nai a que con boas palabras e dicíndome que non me pegaba, fun acercándome monte abaixo coas orellas baixas. E esta foi unha das trouladas dos xogos que tiñamos cando eramos nenos que non foi a última, xa contarei máis.

Luís Suárez (Corme 28 de Agosto 2009)

miércoles, 26 de agosto de 2009

MIS MEMORIAS (5)

ESTRELLA DE LOS MARES

A la siguiente mañana, siete horas, fuimos despertados, a las 8 teníamos que marchar a Gijón a comprar ropa para cambiar la que teníamos, ya que los compañeros del Monte Medela nos avían prestada ropa suya. Una vez vestidos un poco a nuestra manera sin largarse mucho del presupuesto, que siempre nos decían que tenían poco dinero, y los que teníamos poco dinero éramos nosotros que no teníamos nada. Fuimos trasladados en una furgoneta de la policía a la comandancia de la marina como si fuéramos unos delincuentes. Allí hemos quedado convocados para el próximo día, que seriamos interrogados en una sala de la Stela Maris sobre el naufragio. Todos sabíamos lo que teníamos que decir, la verdad, una vía de agua sería nuestro naufragio. Las autoridades de la marina pensaban en el más joven, ese joven era un servidor, tuve más de una hora de interrogatorio. Ellos me decían, que el capitán les avía dicho que tocáramos en los bajos Merendales, y mismo me llegaron a decir que nosotros echáramos el barco contra los bajos por que era viejo, que no teníamos fletes, y muchas cosas mas sobre que si que lleváramos el barco a mucha agua para que los buzos no pudieran bajar y así nosotros tendríamos una recompensa. Yo siempre con la verdad por delante negaba todo cuanto ellos me decían, ni fuéramos nosotros los culpables ni esperábamos dinero ninguno, solo después de lo ocurrido quedaríamos en la calle sin trabajo, y ellos quedarían bien calentitos en sus sillones pensando quien seria el próximo victima para pasar un mal rato, en vez de poner remolcadores de salvamento bien equipados y con la oreja pegada a la radio y no con buenas bebidas en la despensa y mismo encima de la mesa como ocurrió ese día que tenían una de güisqui y la emisora la tenían con música. Señores esta radio no es para escuchar música ni el informativo deportivo, ni partidos de fútbol, es para socorrer cualquier S. O. S, que os lleguen de algunos que os están dando de comer a todos vosotros en esos sillones con esos güisquis que algunos por hacer un amigo los pasaron por alguna aduana sin control para algunos.

Cuando se cansaron de escuchar siempre lo mismo en nuestro interrogatorio decidieron por dar nuestro informe en una verdadera verdad a lo que nosotros decíamos, desde el primero momento que llegamos a aquella sala del Estrella de los mares.

MI ESTRELLA LUCITA:

Estrella de los mares
mi madre pastora.
Guía a tus hijos marineros
días y horas.
Estrella polar,
-siempre el norte indicas
-a todos marineros,
-incapaces de encontrar tierra
-entre brazos de gigantes olas.
Abre los ojos
-a estos marineros,
-de las nieblas asoballadoras.

Tú madre de los mares
-madre de los marineros,
lucero de los perdidos,
llevadle a sitio orientado
y no a un sitio perdido.

Rocas en los mares,
arenas en los desiertos.
Tu guías a marineros
y camellos sedientos.

Amiga mía has perdido,
tu compañera LUCITA del lucero,
-espero que la sigas queriendo
-como yo moriré con su recuerdo.

Pasé unos días en la Estrella de los Mares recuperándome del accidente. Cuando aun teníamos unos la gripe otros con resfriados cogimos el tren camino de A Coruña nuestra tierra de gallegos del mar.

Cuando llegamos a Corme, todo el pueblo estaba en la calle, unas esperando sus maridos, otras sus hijos, lágrimas y abrazos, los niños comentaban estas frases, estos marineros lo han perdido todo, el barco donde trabajaban fue a pique y son náufragos de Corme. Una niña decía a su compañera, mi padre también murió ahogado en la mar. Corme, marinero, pesquero y mercantil, puerto de grandes capitanes, mecánicos navales y armadores.

Después de este encuentro con los vecinos, pasaron unos días y comencé a olvidar todo lo ocurrido, quedando en el recuerdo todo lo que estoy comentando.

Domingo, fiesta en Ponteceso, todos los chavales de Corme, unos en taxis otros en autobuses de Cotelo fuimos a festejar las fiestas de esta villa, cuna de Pondal.

Pasé unos meses en el pueblo Corme, esperando otro embarque, que seria a los dos meses de estar en casa sin trabajo.
Luís Suarez (Corme 25 de Agosto 2009).

domingo, 23 de agosto de 2009

AS AZORES

OS TRES MOSQUETEIROS

Fun a feira vender mercancía
.de chatarra vella.
Deixeina a baixo prezo
¿Que deus a leve ?

Non quero obxectos
.que reclamen guerra.
Estarei entre os bos e xenerosos
para labrar a terra.

A terra, o mar e o ceo
Chorando están.
Ollando cara estes tres mosqueteiros
que nos queren ter de man.

España, América e Inglaterra.
Aínda non están fora
de esta sucia guerra.

Nas Azores xogaron
con barallas cheas de lixo.
No Iraq e no mundo enteiro
a ningún dos tres os quixo.

As guerras solo nos dan
morte e sufrimentos.
So as queren a mafia asquerosa,
Para vender mais armamento.

Digamos non os enfrontamentos
que moitos nos queren meter.
É coma irmáns agrupémonos
para nos defender.

Políticas de ricos
para un pobo sen traballo.
So traerá miseria e escravitude,
A un pobo humilde é solidario.

Se queren guerras que as fagan
que se maten entre eles.
A nos que nos deixen en paz,
non queremos idiotas nin pelexes. ( Corme 23 de Xulio 2006

MIS MEMORIAS (4)

MI SEGUNDO NACIMIENTO
El 28 de Junio de 1965, embarcaba en el moto nave LUCITA.
Al entrar en el barco, el patrón Neira me saludo ya que hacia unos meses estuviéramos charlando los dos en Corme, y me conocía, estuvimos hablando unos minutos, cuando llega otro marinero, José el segundo maquinista del barco, el patrón Neira me informa sobre este hombre. Luis el que está en la escalerilla es el segundo mecánico, este será tu jefe después del primero mecánico.
El patrón del barco llama a José y le dice. José este es el nuevo engrasador, espero que desde este momento comencéis a trabajar, así que a trabajar. José, lleva al engrasador a su camarote y después cuando esté acomodado, llevadle a la maquina y enséñale su trabajo, que espero que ya tenga alguna idea sobre el. Cuando tenía todo en su sitio, en el camarote que compartía con el cocinero, fui a la maquina, José estaba esperando. Bueno Luis, según el capitán tu ya as trabajado en las maquinas de algún barco, este es igual a los otros, esta es la bomba de achique, esta es la entrada de agua del mar, detrás de esa mesa del taller está el motor auxiliar del alumbrado y achique, estas son las botellas de arranque del motor principal. Cuando José aun continuaba con su trabajo, llega el jefe de maquinas. Hola Camariñas, tienes que poner todo en orden, a las seis de la tarde, salimos para Gijón. El jefe de maquinas, un hombre de pocas palabras, ni siquiera pregunto quien era el que estaba en la sala de maquinas.
Yo estaba intranquilo y pensaba, si aquel hombre seria siempre así.
Alas cinco y media probamos maquinas, todo estaba apunto para la salida. Sobre las seis de la tarde pusimos proa, rumbo al Musel Gijón. La primera guardia, la cogió José, donde yo pasé unas dos horas en la maquina para ponerme un poco al corriente del trabajo. A las doce de la noche comencé mi faena. Teníamos una marejadilla de proa, donde se ponían los balanceos algo molestos para un estomago que comenzaba a ponerse de boca hacia abajo.
A las cinco y media probamos maquinas, todo estaba a punto para la salida. Sobre las seis de la tarde pusimos rumbo al Musel-Gijón. La primera guardia la hizo José, donde yo pase unas dos horas en la maquina para ponerme un poco al corriente del trabajo. A las doce de la noche comencé mi faena. Teníamos una marejadilla de proa, donde se ponían los balanceos algo molestos para un estomago que comenzaba a ponerse boca bajo.
A la altura de la Estaca de Bares el tiempo fue cambiando, y a la mañana cerca de cabo Peñas, teníamos un tiempo maravilloso de los veranos.
Llegamos al Musel sobre las once de la noche. El Miércoles cargábamos para Coruña carbón. De Coruña a Santander, de Santander a Bilbao. A si pasaron unos meses hasta que todo no pudo terminar bien, nuestra casa el moto nave LUCITA, a dicho hasta nunca a los mares del Cantábrico.

El 10 de Septiembre de 1965, muy mal tiempo, cinco de la mañana, salíamos de Gijón-Musel, cuando estábamos fuera de la bahía un golpe de mar cambio de rumbo al Lucita. Volvimos a puerto entre golpes de mar, después a las 10 de la mañana volvíamos a intentar salir del puerto, ahora el tiempo estaba un poco mejor solo una pequeña marejada. Pusimos rumbo cabo Peñas para pasar junto los bajos los Merendales, pasamos por tierra de ellos, cuando estábamos pasando a la altura de ellos, sentimos un pequeño golpe, seguro que habíamos tocado con el costado o la quilla del barco, después del golpe seguimos nuestro rumbo, a los pocos minutos el maquinista primero sube al puente, y le dice al capitán que el barco hace mucho agua al lado de la sobre quilla y que puso las bombas de achique. Alos pocos minutos, volvía a subir, y decía que no sabia si podríamos seguir. El tiempo pasaba y el agua comenzaba a subir mas, las bombas ya decían que no podían achicar más. Pusimos rumbo a Gijón para mirar de arreglar la avería, pero el agua mas, mas, y no llegaríamos a tierra. Pusimos proa a una pequeña playa para embarrancar el barco y poder salvar la carga. Cuando faltaba una milla mas o menos el motor comenzó a fallar, los dos mecánicos comenzaron a cabrearse con el capitán, donde este dio la orden de poner proa a fuera hasta donde llegara el barco mientras por la emisora pedía socorro para que enviaran un remolcador. El barco ya estaba completamente enterrado ya no podíamos andar por la cubierta y no llegaban en nuestro auxilio, nosotros en el medio del mar, apenas se divisaba la costa, el viento soplaba hacia alta mar, nada. El capitán ordenó poner los votes salvavidas en el agua. El Lucita estaba ya poniendo su rumbo hacia su tumba, el motor paro cuando el agua le llegaba a las culatas. Cada uno a su faena, pero cuando llega tiene que llegar, los botes salvavidas están muy malos de sacar, ya que los tiradores están con el oxido de diez años, comenzamos con las sierras pero nada ya que estos eran de acero, el barco nos decía de dejarlo, pero como. El barco comenzó a enterrar la popa cuando nosotros decidimos de coger el vote que teníamos para las maniobras y comenzamos a alejarnos del barco con los remos. Nadie venía en nuestro auxilio, continuábamos con las bengalas y nada. El Lucita cambiaba la postura, ahora ponía la popa al descubierto, y así le dijimos el adiós a nuestra compañera LUCITA.
Pusimos rumbo a tierra el bote, todos, juntos en aquella cáscara de nuez, manejados por el fuerte oleaje y vientos del Noroeste, el oleaje entraba de estribor que a las veces no teníamos fuerzas ni medios para achicar el agua, sobre nuestros cuerpos desnudos si alguna ropa teníamos, estas estaban empapadas de agua salitrada.

A una hora más o menos, de nuestro calvario de los cuatro remos que teníamos, se rompe un tolete, no teníamos repuesto, nuestros ánimos cada vez eran de valentía, llevábamos seis horas mojados, llenos de frío sin comer desde la media tarde anterior en el Musel. A nuestras espaldas y dentro de la burocracia de algunos representantes de la marina mercante, en sus cuarteles de la Comandancia de la Marina de Guerra o Mercante como se quiera decir, éstos señores por les llamar de alguna manera, no tenían ni un minuto para escuchar la radio marítima por si pasaba algo, información que podrían hacerlo cuando aun estábamos en el LUCITA ya que ellos habían escuchado nuestra llamada de socorro y que trataban de mandar un remolcador y una lancha para nuestra recuperación, mientras nosotros estábamos en alta mar a unas cinco millas de la costa, esta embarcación estaba junto a los Merendales mirando por nosotros, una vergüenza, que nosotros les estábamos viendo y ellos no tenían ni unos prismáticos, una vergüenza. Estábamos ya cansados, algunos como yo, medios inconscientes del frío y la noche que llegaba, y aquellos que estaban a que pasarán las horas para irse a casa y una jornada más.
El cocinero estaba un poco mejor y continuaba remando donde el viento empujaba con más fuerza, ya estábamos casi a la altura de cabo Peñas, nosotros veíamos tierra pero no teníamos fuerzas para llegar a ella, el cocinero remaba, remaba, y nos decía mirando aquellos que lloraban por lo incapaces que llegamos a ser cuando alguien es mas fuerte que nosotros, todos pensativos recordando a nuestros seres querido, mi pensamiento lo tenía en mi madre, y recordaba aquel a dios hijo mío acompañado de un beso. ¿Compañeros? Nos alerto el cocinero, mirad se acerca un barco, todos aunque estábamos medios fuera de combate nos pusimos atentos a la dirección que marcaba nuestro compañero de abordo.

Llevábamos fuegos de socorro y bocina de alarma, comenzamos a hacer huso de estos medios de socorro, el barco, el barco continuaba con su rumbo, nosotros continuábamos con las bengalas hasta la ultima entre segundos de una a la otra, para decir que nos encontrábamos en peligro. Cuando pensábamos que aquel barco hacia la vista larga, o mismo no veía las señales, a pocos minutos de todo esto, vino nuestra alegría cuando el Monte Medela puso proa hacia nosotros, estábamos salvados, nosotros pusimos la proa hacia alta mar ya que estábamos cerca de los bajos Merendales y por precaución a tocarlos, fuimos nosotros los que remamos hacia fuera entre golpes de mar empujados por el viento. Cuando estábamos en el costado del barco salvador MONTE MEDELA y aun quedaba el capitán a bordo del bote, un golpe de mar rompió la proa de nuestro vote de maniobras, ya que los botes salvavidas continuaron viaje con el LUCITA.

El Monte Medela puso rumbo al Musel Gijón y por telefonía ponían las autoridades al corriente del naufragio, a nuestra popa el bote salvador y con la proa rota rompía la estela del navío que por medio de un cabo trincado a nuestra popa, parecía que él mismo quería llegar antes de nosotros. A una hora mas o menos llegábamos al Musel, ya todas las autoridades y curiosos, estaban esperando nuestra llegada, ya que muchos escucharan por la emisora local la noticia de naufragio, y estaban esperando la llegada de estos náufragos incapaces de dar ninguna información a los periodistas y locutores. Nos llevaron a la casa del mar STELA MARIS, allí fuimos acogidos regularmente, siempre muchas palabras y pocos hechos

Luís Suárez ( Corme 23 de Agosto 2009 )

viernes, 21 de agosto de 2009

MARTIN VARELA 2

HOMENAXE O NOSO CAMPEON MARTIN

Onte dia 20, o salón da antiga discoteca do Miramar quedou pequena para recoller a medio Corme neste homenaxe o noso campión Martín, coma se de unha voda se tratara e co mesmo cariño arroupamos a este heroe do deporte do tenis en cadeira de rodas.
Un gran campión da copa de España 07-08, numero un no ranking nacional. Campión de España por comunidades coa selección Galega. Membro selección nacional incluíde no programa do comité paralímpico.
Campión nesta temporada de tres torneos individual e dobres en Marbella, Valencia e Huesca.
Martín, Corme esta contigo e por medio da A.VV EDUARDO PONDAL seguiremos o teu lado levando o deporte, que ti sabes facer, para que un dia en todo o mundo, podamos dicir somos campións, e levar a Corme a onde ti baias ¡¡¡ ADIANTE CAMPEON, A POLAS PARALIMPICAS DE LONDRES 2012.

Luís Suárez (Corme 21 de Agosto 2009)

MARTIN VARELA



miércoles, 19 de agosto de 2009

VEINTE AÑOS EN SUIZA


Cantique suisse
Charles Chatelanat (1833-1907).
Sur nos monts, quand le soleil
Annonce un brillant réveil,
Et prédit d'un plus beau jour le retour,
Les beautés de la patrie
Parlent à l'âme attendrie;
Au ciel montent plus joyeux (bis)
Les accents d'un cœur pieux,
Les accents émus d'un cœur pieux.

Lorsqu'un doux rayon du soir
Joue encore dans le bois noir,
Le cœur se sent plus heureux près de Dieu.
Loin des vains bruits de la plaine,
L'âme en paix est plus sereine,
Au ciel montent plus joyeux (bis)
Les accents d'un cœur pieux,
Les accents émus d'un cœur pieux.

Lorsque dans la sombre nuit
La foudre éclate avec bruit,
Notre cœur pressent encore le Dieu fort;
Dans l'orage et la détresse
Il est notre forteresse;
Offrons-lui des cœurs pieux : (bis)
Dieu nous bénira des cieux,
Dieu nous bénira du haut des cieux.

Des grands monts vient le secours;
Suisse, espère en Dieu toujours!
Garde la foi des aïeux, Vis comme eux!
Sur l'autel de la patrie
Mets tes biens, ton cœur, ta vie!
C'est le trésor précieux (bis)
Que Dieu bénira des cieux,
Que Dieu bénira du haut des cieux.
Lausanne 20 de April 1994 ( Luís Suárez Varela)

sábado, 15 de agosto de 2009

viernes, 14 de agosto de 2009

BRAN CULTURAL A.VV. EDUARDO PONDAL CORME


ALLARIZ OURENSE

Allariz, é un dos concellos onde o visitante quedara satisfeito e contento de facerlle unha visita, a AVV de Corme fixo unha excursión a Ourense capital onde valeu a pena, recorrer as súas rúas do casco antigo a catedral.

En Allariz, visitamos o muíño do Burato, o Museo do Tecido, o Fiadeiro, e o Museo do Cairo, que foi no seu tempo, unha fabrica de curtidos.

Despois de un dia cheo de calor, cando bale e pena pasase encantado visitando este muíño do Burato no río Arnoia, onde aínda non fai moito moia para sacar a fariña do vo pan de Allariz dentro conserva toda a súa maquinaria, e mesmo o cuarto do muiñeiro onde este móstranos o cuarto coa súa cama cando a deixaba para ir a facer o seu traballo, co seu salgón de cazula do millo, os seus zocos, e para rematar debaixo da cama esconde a bacenilla de porcelana, na foto que acompaña este articulo, son eu axudando a moer a dúas parellas de veciños de Allariz.

Na casa do tecido, están todos aparellos onde as nosas avoas facían as telas de liño, dende a súa herba ata o seu remate en tela.

A fabrica do curtido do coiro, onde xa na súa entrada esta a roda de granito de unhas dúas toneladas de peso que pisaba as especies coma follas e outros para o curtido das peles e de aquí pasaban a unhas pías onde estaban as peles, e mesturando con todo isto curtíanse. Esta roda era tirada por un cabalo o redor de un burato tamén feito de granito do país, unha cousa parecida o que fan en Andalucía para triturar a acéitena.

Dende o 6 ao 14 de Xuño fan a festa do boi onde din que bale a pena pasar uns días en Xinzo para velas.

O remate da visita falei coa rapaza que facía de guía, e pregunteille se sabia quen fora o que puxera todo isto en marcha, ela contestou o anterior alcalde Quíntana, onde antes non tiñamos nada. Isto é para que outros alcaldes copien, e non digo quen......

Luís Suárez (Corme-14-08-09)

miércoles, 12 de agosto de 2009

MIS MEMORIAS ( 3 )

MI PRIMER TRABAJO OFICIAL

Al cumplir los catorce años, después de guardar ganado, comencé a arreglarme para trabajar como marinero en el puerto natural de la Barda en Corme, en la embarcación – chalana, Jordania, con mi padre y abuelo Luis, comíamos más golpes de mar que beneficios, aunque para aquellos tiempos se pescaba mucho y valía poco el pescado y marisco, teníamos días de coger hasta cincuenta o más centollas, percebes hasta cien quilos, en la noche trabajábamos a las nécoras, cogiendo hasta dos cientos o más, también trabajábamos con los trasmallos, donde cogíamos de todas especies de pescado de nuestra zona, desde jurel, rodaballo, merluza y otros.

El veintiséis de Noviembre de 1.963, al cumplir los 15 años, embarqué como marinero interino en el mercante costero Lacar. Empecé a conocer todo el malo y bueno de la mar, en el primer viaje fue de Vilagarcia a Barcelona, cinco días de mareo y sin comer, yo estaba acostumbrado a la chalana, y el balanceo del barco era diferente, yo apenas llegaba a la altura de la rueda del timón del barco para llevar el rumbo marcado por el capitán del barco, las cabillas de la rueda, me pasaban cinco o diez centímetros por encima de mi cabeza. Todo esto para mi, era todo, o continuar hasta terminar el contracto de interino de dos meses o marcharme en el próximo puerto. Aguanté hasta el final, terminé mi contracto en el puerto de Barcelona el 10 de Febrero de 1.964. Pasé un tiempo en casa esperando otro contracto de interino en el mismo barco. Yo ya comenzaba a sentirme más hombre, y también más fuerte, ya soñaba con mi próxima aventura de marinero, ya pensaba en aquella chiquilla de Melilla, hebrea, blanca como la leche, solo una cosa nos separaba, la familia de ella no quería que saliera con ningún Europeo, ella era todo distinto, salía de casa con la túnica Árabe y cara tapada. A los cien metros de su casa, se ponía como ella decía, ahora ya soy libre, ya me siento Española, quisiera marcharme para la península, aquí solo pasamos hambre y nos sentimos marcadas por un hombre que no conocemos, y nuestra familia nos hace acostarnos con todo árabe que traiga droga o ganado… Esta joven árabe tiene 16 años y ya fuera casada dos veces a la fuerza por sus padres. Ella me decía, Luis cuando tu te marches, quiero irme con vosotros para la península, ella pensaba que aquello sería fácil, pero nosotros sabíamos que aquello nos traería malas consecuencias o mismo cárcel.
El veinte de Julio de 1.964- Corme.

A mis 16 años, volví a embarcar otra vez en el moto nave Lacar de interino, esta vez sería un interinage mas largo que el anterior, volvimos a recorrer parte de España Argelia y Marruecos, en estos años Argelia estaba en guerra contra los colonos Franceses. Septiembre del 64 tuve una pelea con moro, donde él sacó un cuchillo de medio metro de largo, y cuando ya me tenia contra una pared aparecieron dos militares del país árabe y me salvaron la vida, donde luego me llevaron al barco, no volví a salir en este puerto de Tánger. Tánger, es un puerto muy bonito, casas mediterráneas aunque en otros mares, sus bellas casas, todas blancas, sus jardines verdes en una tierra seca, sus mujeres hermosas igual a sus jardines, tienen sus mejores flores; Mora, mujer Africana, y de religión musulmana o islámica. Sus pasos cortos y seguidos, es su túnica blanca la que guarda ese cuerpo de líneas de esbelta y rebelde; si yo fuera moro, te sacaría ese pañuelo de seda que esconde esa cara de niña buena para besar esos labios rojos, que parecen claveles en la primavera, te sacaría esa marca de la frente, y te pondría la libertad de mujer mimada.

De Tánger a Valencia, marinero, tu viaje es largo, yo pensaba, dejaba atrás muy bonitos recuerdos, ya estaba en aguas de mi España. Ceuta aunque mora, señora de las provincias de la África Española. Entraba en el estrecho de Gibraltar, grandes barcos, pequeñas gaviotas que surcaban, sin licencias ni pasaporte, en nuestra ruta nos cruzamos con el trasatlántico mas adelante el Virgen de Ceuta salía de Algeciras cargado de turistas y trabajadores con pasaporte, Mores y Cristianos se cruzaban en aguas del Mediterráneo, gaviotas que surcaban los aires libres de aduanas salían de la Línea de la Concepción rumbo a Orán Argelia. Luis despierta, decía el capitán del barco Señor Saleta, la estela del barco se juntaba en un zig-zag. El Lacar comenzaba a enfrentarse con un viento del levante, un balanceo de babor a estribor comenzaba a estrujar los aceros del viejo Lacar, teníamos una noche por delante bastante mala. Manuel saca 100 revoluciones al motor, le decía el patrón al maquinista, yo en aquellos momentos estaba en la rueda del timón. El capitán Saleta siempre alerta dentro del puente, caminaba de babor a estribor, a las cuatro de la mañana, unos minutos antes de cambio de guardia, un golpe de mar dejo todo en silencio, la rueda de gobierno comenzó a dar vueltas como si fuera un volante del motor, Luis fue lanzado contra la mampara de babor del puente. José Manuel el contramaestre tracto de llevar el barco a su rumbo consiguiéndolo entre el y el capitán, yo seguía medio inconsciente tirado por tierra.
Entre golpes de mar, llegó mi relevo, ya que las literas estaban en la proa del barco y teníamos que pasar por encima de las bodegas, agarrados al puntal del palo de proa cuando hacia mal tiempo. Este marinero que vino a relevarme, era mi padre Francisco. Cuando llego al puente, yo ya estaba en pie, solo fuera un pequeño golpe en la cabeza, a las siete de la mañana el tiempo fue cambiando, y cuando estábamos a la altura de cabo Palos, todo era diferente a cuando pasamos todo este calvario, buen tiempo teníamos una brisa del Este. Llegamos a Valencia a media tarde de un sábado. Todo ocurrido pasaba a la reserva que todos marineros tenemos.
Ahora Teníamos que divertirnos en Valencia. El Lunes salíamos rumbo a Barcelona, el Jueves rumbo a Alicante, pasábamos el Domingo en Alicante, salíamos el Lunes tarde rumbo a Ibiza, y de esta vieja y hermosa isla cogíamos un contrato de viajes de Valencia a Oran Argelia. Durante unos meses, estuvimos haciendo esta ruta transportando materiales de la construcción. Después otro contrato de unos meses de Valencia a Barcelona, transportando arena para una fábrica del cristal. Ya estaba llegando mi relevo del interinage, al terminar este contrato de Valencia a Barcelona, pusimos proa hacia Galicia con escala en Lisboa, y de esta gran ciudad Lusitana, pusimos rumbo a Villa garcía donde me estaba esperando, mi reemplazante.
Pasé unas pequeñas vacaciones en mi pueblo, Corme. A los dos meses me ofrecieron una plaza en un pequeño barco, que yo no-tenia con buen agrado su capitán, me conquistaron y embarque el 12 de Mayo de 1965 en Ribadeo, como marinero interino, recorriendo puertos del norte de España, mis relaciones con el capitán comenzaron en pocos días a ponerse al margen de lo que esperaba, riña tras riña pasé unas semanas, y tuvimos un viaje a Corme, y yo aproveche para decirle al capitán Jesús Varela también de Corme que cogiera otro por que yo me quedaba en tierra, el no quería dejarme e incluso dijo que la empresa armadora no pagaría los días que tenía trabajados, yo puse firme mis planes y conseguí otro marinero y me pagaron todo.
Pasé ocho días en casa, cuando estaba en el salón de baile Miramar de Corme, un compañero me informa de que en su barco buscaban un engrasador, y el lunes me presente junto la mujer del capitán Jesús Neira en Corme. El barco estaba en La Coruña.

MIS MEMORIAS ( 2 )

ESTUDIOS PRIMARIOS:

AQUÍ COMIENZAN LAS MEMORIAS DE LUIS SUAREZ
VARELA:

El día que me llevaron a la escuela a sido el peor día de mi corta edad, mi padre me saca de casa a torta limpia y arrastras desde la casa, hasta la escuela, se terminaba el juego y las trastadas que acostumbraba hacerle a mi hermana.

El primer día de escuela la pase sentado en un pequeño banco enfrente a todos que serian mis compañeros de clase, para mí estaba frente a un tribunal de consejo, y el juez seria Don Jesús Puga López, maestro Nacional de niños en la Parroquia de San Adrián de Corme.

Este maestro querido por todos y principalmente por este que esta escribiendo, a terminado pronto su trabajo como profesor, una enfermedad, le rebato su vida dejando aislados del mundo educativo veinte alumnos, unos que comenzaran los estudios con él y otros que no llegaron, a un año de clase.

Para ocupar la plaza de este gran maestro, vino un interino, D. Desiderio, seis meses después un segundo, D. Dimas, tres o cuatro meses después vino un tercero, donde lo único que este enseñaba a sus alumnos, era la tiranía y traición que nuestra querida España estaba haciendo con sus hijos, desde el Ave Maria Purísima a la entrada de la escuela, cantar el cara al sol, hacer la instrucción militar y como fusil teníamos un palo, me pregunto, para que servia todo esto a unos niños que no sabían si España era República, o un criadero de salvajes que nos estaban mintiendo con sus palabras, defendiendo al Fascismo sangriento de un ante-Español llamado Franco, diciendo que José Antonio fuera un gran defensor de la patria, mucha política y pocas Matemáticas ni cultura social de todos ninguna, solo aquello que este aprendió en la guerra de cuatro extranjeros que defendían su patria manejados desde la patria de Hítler. Como seria este profesor, que ni sus superiores tenían confianzas con él. Cuando llegaba el inspector de colegios, nos ponía de píe brazo extendido mano abierta, con el saludo fascista, y si algún niño se quedaba sentado o sin saludar, sería castigado todo el día en la escuela de rodillas junto a un cuadro del generalísimo, y como almohadilla debajo de las rodillas, no ponía arenas gruesas. Después de este gran defensor de su patria, vendría D. LELUCO. Conocedor ya de esta escuela, en sus primeros años de profesor, en su segunda vuelta, encontró el campo de concentración infantil como años atrás. Todo cambiaria, comenzó a enseñar todo lo contrario, pero si este profesor no hablaba de Franco ni teníamos esas tonterías de los saludos, solo llegaba con el buenos días. Lo único que tenía era que las letras tenían que entrar con sangre. Un día de un banquetazo dejo a un hijo suyo sin conocimiento a Manolo, a su hija Lola la arrastro por los cabellos por toda la clase.

En estos primeros años, yo prefería marcharme al monte junto a mi abuelos, hacer el trabajo de labrador, que ir a la escuela de torturas, no todos alumnos teníamos el mismo método de estudiar, ni la misma cabeza y desarrollo mental, teníamos que ser todos a una. Cuantos días perdí la clase por este motivo, cuando si encontrara un profesor que comprendiera que todos no podríamos ser inteligentes a la fuerza, lo seriamos con el tiempo, acudiendo todos los días a clase, y por culpa de este, solo lo fueron aquellos que el quería, los demás o tortazo o no acudir a la clase.

Salí de la escuela a los trece años, sin terminar los estudios primarios. Les agradezco a mis profesores de enseñanza primaria, todo cuanto me enseñaron.

Al terminar el colegio, seguía guardando ganado en el monte, donde mientras guardaba cabras, aprendía a escribir un poco, también hacia cuentas y problemas, lo que más me gustaba era leer, a mi lado nunca falto un libro, desde historia, naturaleza, política y otros.

Sobre política poco podría leer ya que todo estaba prohibido por la dictadura de Franco, leía algún pequeño libro de Marx y de Lénin que traían algunos marineros que solo eran libros de diez o veinte páginas, por medio de éstos amigos fui sabiendo la verdad en el mundo, también escuchaba por la radio los partes Internacionales, como los de Radio Praga de Checoslovaquia, Radio Moscou de la URSS. Esto estaba totalmente prohibido por el régimen de la dictadura de Franco, yo lo hacia a escondidas de mis padres que siempre me decían que no podía escuchar aquellas emisoras que no decían la verdad, y que podía venir la guardia civil.

MIS MEMORIAS ( 1 )

. MIS MEMORIAS
1.948---1.984
LUIS SUAREZ VARELA. LAUSANNE-SUISSE. 1.984


NACE UN NIÑO.
El día 30 de Agosto de 1.948, cuatro de la mañana, M. Jesús Varela, casada con Francisco Suárez dio la luz a unos ojos que venían de muy lejos, y llorones; Nacía del vientre de M.Jesus un niño, normal como todos que vienen al mundo de los sacrificios, este niño nacía con veintidós dedos, seis en cada mano, tenía dos meñiques, solo que uno no tenía hueso, con su uña y cuerpo de un dedo normal. A los dos días, de nacer, se juntaron los familiares mas próximos, padres y abuelos, M. Jesús- madre. Francisco Suárez- padre. Eliseo Varela, abuelo-materno. Rosa Chans-abuela materna. Luis Suárez- abuelo-paterno. Rosa Lema- abuela-paterna.

Rosa Lema.
Non sei sé estaredes de acordo pro eu sei, que esto podo facelo eu, xa que os dedos non teñen osos nin casi sangre, metéuseme na cabeza que estes amarrados con un fío forte, en dous ou cinco días están cortados e o neno non lle pasaría nada.

Todos allí presentes, después de unas horas de discusión, unos en contra, otros a favor pusieron para el día siguiente tal decisión

El niño paso unos dos días llorando, y no quería el pecho a la madre. A los ocho, o diez días se volvieron a ver los las abuelas del niño, los dedos ya perdieron la poca sangre que tenían. Un Domingo, quince días después, los dos pequeñitos dedos estaban junto al cuerpo del niño, y en las manos solo quedaban unas pequeñas heridas que día tras día fueron curándose.

Alos veinte días de nacer fue bautizado con el nombre de Luis, apadrinado por sus abuelos Luis Suárez y su esposa Rosa, abuelos paternos de Luis.

A si pasaron los días, meses y años Luis crecía, jugaba, aunque un poco llorón,, por poca cosa, se ponía a llorar. Alos dos años de vivir como infantil solitario entre los adultos de casa, Maria Jesús su madre pone en este mundo un segundo ser. A cambiado la vida del pequeño Luis, este mimado niño por su madre y padre, ya no tiene “colo”, ya su hermana coge el puesto de niña bonita entre la familia y más por su padre Francisco.

Luis comenzaba a comprender que tener un segundo todo lo cambiaria, de los mimos, pasó a caminar casi arrastras colgado de su madre, por veces las faldas de Maria Jesús llegaron a tierra, esta mujer joven recién casada tenia que cargar con la comida en un tiesto en la cabeza, en los brazos la niña Rosa Eduardo y colgado del vestido Luis, así caminaba de cinco a siete kilómetros hasta encontrar a su marido Francisco que estaba cortando tojo en las fincas de un labrador de Niñons, junto a la isla Santa Mariña, en la ensenada de Niñons.

Luis comenzó a la escuela Nacional a los seis años, el primer día de escuela nadie tenia las fuerzas para llevarlo a la escuela, salio llorando de casa, y llego llorando a casa.

martes, 11 de agosto de 2009

ATENTADO A NATUREZA


BASTA XA?

O Domingo pasado día 9, nos meus paseos estiven na Barda é non quedei moi contento xa que estando polas pedras da ribeira da area pequena encontrei un bidón de uns 25 litros, cheo de aceite queimado, o mar non o trouxo para terra xa que estaba completamente cheo, e unha pedra non nada e este bidón tampouco, algún “ listo “ amante do entorno non tiña onde meter este aceite de motor queimado e depositouno onde el non limpou cando foi do Prestige, pero igual cobrou algunha axuda. Isto para min é un atentado coma outros que se ven contra a nosa natureza, os meus sesenta anos pelexando para sacalo para riba e que o mar non o rompera, aínda que estaba fora do alcance na marea chea. Pois si, por onde eu ande non deixarei a merda que estes que so miran dentro da súa casa, que non sei como estará, tratarei de levalo o sitio limpo de Ponteceso, que espero que mo recollan, outra, as praias están cheas de plásticos e madeiros cheos de puntas coma as caixas de madeira, isto é para si alguén que traballe polo concello fale co señor alcalde e lle conte que non so esta a praia de Balares para ter limpeza, fai faia un contenedor para recoller o lixo dos centos de visitantes que van a praia, este día serian unhas cincuenta persoas, eu contei 18 coches, isto necesita outra forma de ver as praias que están esquecidas.

Luís Suárez
Corme 11 de Agosto 2009

jueves, 6 de agosto de 2009

EL TORO LOCO

EL TORO LOCO

En todos los tiempos hubo esta enfermedad en los animales lo mismo que en las personas, aun esta cerca el de las vacas locas que a tantos llevo al otro mundo desconocido.

El recuerdo al toro loco, se basa al toro que en los años veinte del siglo pasado, hubo un toro en Corme en la parroquia de San Adrián, donde el pobre animal un día estaba trabajando en Forxan tirando de un carro del país y comenzó a echar la lengua fuera, donde se le puso de un color azul según sus dueños, al mismo tiempo comenzaba a retorcer la cabeza y ponerse de rodillas de las patas de adelante. Sus dueños al ver esto los suelta a el y a su compañero, al cabo de un rato se levanta y comienza a comer como si no pasara nada, los dueños al ver esto pensaron que fuera un golpe de calor, ya que el día estaba bastante caluroso, ya no le pusieron al carro por si acaso lo volvía a hacer. Al llegar a casa le tuvieron en observación vigilado por un señor que tenía conocimientos de enfermedades en los animales una especie de veterinario de aquellos tiempos, el animal estaba tranquilo, solo lo de la lengua que continuaba azul pero menos, el curandero le dio un berberaje con una botella a la fuerza, que el toro retrocedía hacia atrás.

Cuando vieron que todo pasara quisieron ponerlo al carro, pero el toro no obedecía a su dueño como si le tuviera miedo al carro, volvió a llevarlo a la cuadra dejándolo solo. Serian las once de la mañana cuando la señora de la casa escucho un fuerte golpe en la cuadra, ella con precaución se asomo a la puerta de la cuadra y el toro estaba tirado en el suelo y con la cuerda rota, al verla quiso ponerse de pie y no pudo hacerlo enterrando un cuerno en el estiércol, la señora ya pensó que estaba muriendo y lo dejo. Al llegar a casa su marido le contó todo lo ocurrido, y sen pensarlo mas fue en busca de un carro de un vecino mas grade que el suyo para llevar al animal a la Armida donde se enterraban los animales, cuando dejaron al animal solo, volvió a intentar levantarse consiguiéndolo pero como hacen los terneros al momento de nacer, cuando llegaron para llevarlo estaba comiendo.

Así paso un tiempo, donde no podían sacarlo para fuera de la cuadra, le tenían que poner refuerzo el la cuerda para amarrarlo al pesebre cuando tenía mal no paraba nadie junto a el. Decidieron darle muerte pero la pena entraba en sus dueños, como decían, un toro tan bueno, un toro tan bueno si pero para nada.

Comenzaron a hacer una caseta en la Costa de Corme Aldea, en una finca que tenía la familia que hoy se conoce como a caseta do boi.
Y así el pobre animal encerrado en esta caseta paso sus últimos días que fueron algunos años padeciendo su enfermedad de la locura.

Este relato lo contó su dueño Gabriel do Reino que aun el era muy joven cuando ocurrió esto.

Luís Suárez Corme-06-08-09

martes, 4 de agosto de 2009


O TRICORNIO POLOS CABANOTES

Nas aldeas aínda recordamos aquelas noites de inverno e cheas de frío cando polas noites tiñas que ter coidado en non pisar algún corpo tirado polo chan entre a herba que tiñamos para estrar os porcos e as vacas, un día sobre os anos cincuenta, unha muller da miña aldea foi o palleiro buscar unha pouca palla, e a pobre levou o medo con sigo ata a súa morte aínda non fai moitos anos. Outra, pero isto foi na parroquia de Brántuas, a casa tiña unha eira pola parte de atrás, onde xunto a esta eira tiñan dúas cabanas e nunha de elas gardaban a palla do trigo para darlle o gando durante o inverno, esta familia tiña unha moza xa con tempos de amoríos, pasou unha, pasou dúas noites ou mais, e o pai cansado de sentir aquel barullo todas noites na cabana, decidiu de ir chamarlle a atención a parella e se querían festa que foran para o cuarto caladiños, el foi todo sen dicir pío, cando chegou o burato da cabana, tirou de un trapo que saia para fora e con el un fusil enganchado, cando o paisano vío aquilo coa pouca claridade da lúa fuxiu para dentro da casa e contoullo a súa dona preguntádelle quen sería o que agochara aquilo na súa cabana, a muller con mais nervio colleu o candil do sainle e díxolle o seu home que a acompañase a eira, el foi, grazas que non saio ningún gato todo foi pasando, cando chegaron a cabana nin estaba o fusil nin o trapo. O día seguinte xa sabia que a súa filla non fora, pero quen fora buscar a arma, entrou na cabana remexeu na herba e non estaba pero si encontrou un anaco de un papel con nomes mal escritos, o home colleuno e botouno debaixo do pote no lume. Co tempo pasado sóubose que aquel trapo fora a capa de un Guarda Civil que tiña por encima para agardarse do frío, é entre o frío é o sono, non se deu conta de nada, que foi mellor así para os catro, mellor dito para o matrimonio.
Isto pasoume a min, unha noite cando chegaba do baile, serían as catro da maña, o chegar a casa dos de Americano, todo as escuras, danme o alto en castelán, eu levaba uns grolos e non os entendín pero si sabia que era a Guarda Civil, preguntáronme de onde viña e eu contesteille do baile do Porto, tamén dixéronme que aquelas non eran horas de andar por fora, eu calei non dixen nada ata que me dixeron que lle tiña que firmar un papel, o viño pasoume da cabeza aos pes, pensando que fora o que eu fixera para firmar ese papel, un de eles era un cabezón e autoritario nas súas palabras, cando se cansaron dixéronme o que era aquel papel, eles o chegar o cuartel tiñan que entregar o papel firmado por un veciño dicindo que os encontrara en patrulla a tal hora en tal sitio, que todo era mentira, eles estiveran durmindo no cabanote de Moreira, que xa non fora a primeira ves que o facían coma nos outros do entorno a carreteira. E coma esta moitas mais que deron bastantes sustos os seus tricornes de charol brillando coa luz da lúa. Corme 4 de Agosto 09