jueves, 20 de mayo de 2010

BAILANDO CON VIBORAS


BAILANDO CON VIBORAS
Las leyendas dicen, que San Adrian libero estas tierras de las plagas de serpientes aladas, feroces alimañas con colmillos de marfil, conductores del mas poderoso veneno, asesino de los habitantes de este val de Gondomil.
Estando San Adrian de peregrino por estas tierras, machete en mano, se enfrento a estas cortándolas en pedazos para abrir camino, pero una de ellas de un mordisco le dejo una herida en una pierna, y el joven San Adrian furioso se enfrento a ella venciéndola, y con el mismo pie de la pierna herida le piso la cabeza contra una piedra dejándola muerta.
Dicen que el perro guardián que tenía San Adrian le lamia la herida para sacarle el veneno de la serpiente, que a los pocos días el pobre perro se murió envenenado por salvar la vida a su amo.
En los altares de la Iglesia Parroquial de Corme, esta la imagen de San Adrian con su perro y el machete, donde el perro le esta lamiendo la herida ensangrentada.
En el lugar donde mato la serpiente, y mismo sobre la piedra, se recuerda esta historia, ya que quedo esculpida la serpiente con sus alas, y en ella mando poner una cruz para cristianizar el lugar. PEDRA DA SERPE.

A 50 metros de esta piedra, en medio del val, construí una pequeña cabaña de madera debajo de los arboles, respetando la naturaleza con sus colores en el verde prado, allí el cemento no existe, y el plástico esta restringido solo para el tejado también de color verde.
Comienzo a convivir con los pequeños animales que suelen visitarme, los pájaros anidan sin preocuparse mucho de mi presencia, un Mirlo hizo su nido en un zarzal, a unos cincuenta metros de mi barraca. Un Carrizo aprovecho un pequeño espacio en la parte del tejado también para hacer su pequeño chalet, que maravilla de animal tan pequeñito, y sin saber de planos ni de arquitectura, es el pájaro que mejor hace el nido, todo redondo como una pelota, y en una parte le pone la entrada, su interior es caliente y fresco ya que lo hizo con hierbas entrelazadas y de distintos materiales, que no se como pueden hacer esto ya que son muy pequeños, y para rematar su interior esta cubierto de plumas, también bien puestas para hacer su cavidad dentro, le puse el nombre de arquitecto.
También tengo dos Lagartos que no nos llevamos bien, son muy larpas, tenía tres grillos que cantaban de maravilla, y los cuatro patas me comieron dos, espero que dejen a Pepe tranquilo y pueda encontrar a otros compañeros que vendrán a su cante, o compañeras, no distingo su sexo.
Y por ultimo, también tenía una víbora, y digo tenía, ya que por traviesa alguien la mato cuando estaban cortando hierva en un prado en las proximidades a mi huerto. Traviesa, mas que traviesa, no se si sería descendiente de las primas serpientes que San Adrian mato.
El primer día que encontré la víbora, estaba toda contenta tomando el sol, enrollada en forma de un arco, con su cabeza escondida debajo de su vientre, le cogí miedo y marche, dejándola tranquila, ella pienso que se dio cuenta que yo le cogiera miedo, que a los pocos minutos la tenía junto a mi, me dio ganas de deshacerme de ella, pero la dejé.
Dicen que donde estén lagartos, las culebras y víboras se marchan, y debe de ser así, un día a la mañana yo estaba podando una manzanera, serian las 11 de la mañana, y vi como los lagartos daban saltos uno contra el otro, yo pensé que se estaban peleando, y fui para separarlos con un palo, y cual a sido mi sorpresa, en medio de ellos estaba la víbora toda asustada con la lengua fuera, al verme llegar con el palo, los tres reptiles se escondieron en unos zarzales.
No volví a ver más la víbora hasta que la encontré muerta tronzada por el medio. En estos prados suele haber estos animales, por eso el cuidado no es miedo, mirar a los pies al caminar no esta de más, recomendable nunca sentarse junto a matorrales, o zarzales, controlar los alrededores antes de sentarte, si quieres acostarte, hacerlo a un metro del suelo y colgado, y así los culebras y víboras pasaran por debajo a su camino, y es raro que te hagan mal si no las molestas, nunca tengas contigo comida que sea elaborada con leche como yogures y otros alimentos lácteos.
En los días soleados si caminas por entre la hierba que sea algo alta, tu calzado será con botas de cuero o goma, nunca con calzado corto, y prohibido con sandalias, si quieres estar tranquilo con tus animales, trata de no pisarlos ni jugar con ellos, digan lo que digan, estos animales no son domésticos como los perros ni los gatos.
Y después de esto. Seguiré bailando, con las víboras en el val de Gondomil.

Corme, 9 de Mayo del 2010
Luís Súarez

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